3 meneos
10 clics
Benaurat ridícul - Toni Soler (opinión 12/10/2014)(CAT)
"FOCUS. Me resisto a unirme a la coral que critica el bloque soberanista y sus vaivenes, que por otra parte son tan y tan irritantes. Me resisto -y me costa- porque no quiero ni por un momento que se olvide que todo lo que está pasando se debe a un único motivo, que es el autoritarismo del gobierno español, su desprecio a la mayoría democrática catalana , su burda utilización de todas las palancas del poder, incluyendo la que teóricamente debería estar por encima de todo, que es el Tribunal Constitucional..."
|
comentarios cerrados
"FOCUS. Me resisto a unirme a la coral que critica el bloque soberanista y sus vaivenes, que por otra parte son tan y tan irritantes. Me resisto -y me costa- porque no quiero ni por un momento que se olvide que todo lo que está pasando se debe a un único motivo, que es el autoritarismo del gobierno español, su desprecio a la mayoría democrática catalana , su burda utilización de todas las palancas del poder, incluyendo la que teóricamente debería estar por encima de todo, que es el Tribunal Constitucional. Sin la represión que sufre el proceso democrático catalán, no estaríamos viviendo esta ceremonia de la confusión que está sumergiendo los partidos pro consulta en el lodo de los reproches, las insinuaciones, el doble juego y la desinformación interesada. Es el gobierno español, con el obediente apoyo del PSOE, quien prohíbe, quien amenaza, quien sanciona, quien filtra y quién embadurna.
PATERNALISMO. Por tanto, no quisiera ser cómplice de todos aquellos que desvían el foco y centran sus críticas en esta triste grupo de políticos nuestros, tan inexpertos y torpes, que lo hacen muy mal pero resulta que, a pesar de todo, intentan algo tan titánica y tan inédita como es retar un estado poderoso, con ADN franquista, utilizando las únicas herramientas de la democracia parlamentaria y la movilización popular. No señor; no quiero unirme al club de los frustradors que avisan de la frustración, como dice Carles Capdevila. No quiero que me confundan con los sabios paternalistas que nos miran con una media sonrisa, como quien mira los niños jugando en el patio del parvulario. No quiero ser de aquellos que tienen un único desazón, aquella obsesión -tan burguesita, tan miserable- de no hacer el ridículo.
LA GENTE. Si hacer el ridículo significa perder ante el complejo político, policial y judicial español, me arriesgo. Me arriesgo porque, sinceramente, tal como estamos ya no viene de aquí. Lo que no estoy dispuesto a hacer -ni yo ni mucha gente en Cataluña-
… » ver todo el comentario