Un jeque árabe dejó en herencia 17 camellos para sus tres hijos, de modo que tenían que repartírselos delsiguiente modo:
La mitad para el mayor de los tres hijos. La tercera parte para el mediano. La novena parte para el más pequeño de los tres.
Ante la imposibilidad de hacer el reparto de los camellos, acudieron al Cadí. Se trataba de un hombre justo, generoso y un buen matemático.
¿Cómo afrontó el Cadí la situación?