La República Checa anunció el sábado que estaba expulsando a 18 diplomáticos rusos a quienes identificó como espías en un caso relacionado con una enorme explosión en un depósito de municiones en 2014. El primer ministro Andrej Babis dijo que la medida se basa en "pruebas inequívocas" proporcionadas por los servicios de inteligencia y seguridad checos que apuntan a la participación de agentes militares rusos en la explosión masiva en una ciudad del este que mató a "dos padres inocentes".
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