Entiendo que Juan Carlos I esté contento con el fallo de la justicia británica que reconoció su inviolabilidad y lo libró del banquillo. Lo que no entiendo es que, después de toda la inmundicia aflorada, el blindaje real se mantenga sin límites como si no hubiera pasado nada
|
etiquetas: monarquía , corrupción , emérito , república