El confinamiento de marzo me pilló solo en casa, lo que unido a mi rebeldía natural me llevó a una búsqueda desesperada de una “salida”. Cuando observé la libertad con que circulaban los riders, no tardé nada en buscar la web de Glovo y buscar la fórmula para mandarles mi candidatura. Se mezclaban las ganas de “contarlo” con las de escapar de casa y hacer deporte al aire libre. Y he de reconocer que ha sido el trabajo por cuenta ajena que más me ha gustado de toda mi vida. Hay mucho que contar.
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