A principios de 2016, cuando arrancaba la campaña que le acabaría llevando a la Casa Blanca, Donald Trump pronunció una de sus frases más célebres y, a la postre, premonitorias. "Podría pararme en medio de la Quinta Avenida y dispararle a alguien y, aun así, no perdería a ningún votante", dijo por aquel entonces en Iowa. Como todo lo que dice, la frase tenía un punto de hipérbole, pero en gran medida era cierta, como volvió a demostrarse este supermartes. Ni los cuatro juicios penales que tiene pendientes ni los 91 cargos que enfrenta...