La frase utilizada por los simpatizantes de Donald Trump para mostrar su disgusto por el presidente Joe Biden sin darse cuenta hizo que un niño con autismo de 9 años se sintiera querido y apoyado. Brandon Brundidge, de 9 años, fue diagnosticado con autismo cuando tenía 3 años. “Su autismo se presenta como ansiedad social, y tiene mucho miedo de muchas cosas, ya sabes, como estar cerca y hablar con la gente”, “Y tartamudea, así que habla con su mano sobre su boca, él piensa que puede atrapar los tartamudeos a medida que salen".