A estas alturas, mirando con retrospectiva, resulta increíble que Guillermo Fernández Vara e Ione Belarra pertenezcan a dos partidos que han gobernado en coalición. Uno y otra representan dos formas distintas de entender la política. El destino les ha unido en la doble debacle electoral del 28-M, que ha dejado al extremeño sin la presidencia autonómica y a la pamplonica liderando un partido irrelevante. La gran diferencia es que el primero ha asumido responsabilidades y la segunda, no.