El PP andaluz se sabe ganador, pero tiene un miedo en esta recta final de campaña hacia el 19J: que su electorado dé por segura la victoria y aproveche el puente del Corpus Christi para refugiarse de los calores en la playa o en la montaña y no priorice depositar el voto. En el PP ven difícil, pero posible, gobernar en solitario. Para ello, ansían una victoria holgada que se aproxime mucho a la mayoría absoluta.