Putin quería detener el proyecto de gasoducto de España a Francia (Midcat) que haría a Europa más independiente de Moscú. Conversaciones, chats y documentos de Carles Puigdemont y sus asesores y hombres de confianza trataron este asunto al menos en 2017 y principios de 2018. El propio conseller de Economía y Hacienda de la Generalitat en agosto de 2022, Jaume Giró, quiso frenar la idea del Midcat. La posición que se negaba a impulsarlo salió victoriosa. El Midcat se volvió a guardar en un cajón y, esta vez, de forma definitiva.

Francia se ha mostrado este miércoles más flexible sobre el gasoducto Midcat y abierta a la posibilidad de que esta infraestructura, objeto de polémica con España y Alemania, pase por territorio francés en un futuro si se considera útil. Fuentes del Elíseo han asegurado que "la reflexión franco-española (sobre el gasoducto) nunca se ha interrumpido". "Estudiaremos a nivel técnico, como siempre ha sido el caso, la pertinencia de esta interconexión en particular".

Sería más honesto que los defensores de la obra reconocieran la realidad: el MidCat es un proyecto para el transporte de gas, no para el hidrógeno. Lo segundo es una posibilidad muy lejana sobre la que a día de hoy tenemos muy pocas certezas

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentará el 14 de septiembre nuevas medidas para ahorrar energía y tratar de reducir el precio de la luz, donde Bruselas ha confirmado que estudia aplicar a toda la UE el tope al precio del gas que opera, en España y Portugal desde junio. Así lo ha indicado una alta funcionaria europea este jueves delante del Parlamento Europeo, donde también ha mostrado la disposición a financiar infraestructuras como el MidCat, la interconexión de gas entre España y Francia.

Emmanuel Macron visita estos días Argelia para reforzar las relaciones energéticas con el país a la vez que trabaja con Marruecos en el mismo sentido; prioriza el norte de África y les afianza como socios al mismo tiempo que rechaza la construcción del MidCat, el gasoducto que conecte España con el resto de la UE a través de Francia. París se niega una y otra vez y en Moncloa, de hecho, ya buscan alternativas.