(...) Iglesias está utilizando su posición pública y su tribuna de tertuliano pagado muy por encima de las tarifas habituales, y está utilizando la posición de su mujer como cabeza ¿pensante? y visible de un ministerio hiperdimensionado e hipersubvencionado para destrozar la imagen del CGPJ. Y para generar una inestabilidad política inédita, incluso justificativa, del acoso, de la censura, del miedo, de la violencia en las calles, en la Universidad… Justificativa del fascismo, señores, porque también hay fascismo de izquierda.