Ortega Smith también les aconsejó que "dejen de ser gallinas y se conviertan en gallos", finalizando con un "aunque pongan huevos, no los tienen", ha declarado. A lo que Almeida ha respondido: "quizá yo no tenga los huevos de Ortega Smith, pero tengo los votos de los que él carece".

Uno de los diputados que estaba presente es Herminio Sancho, diputado del PSOE por Teruel, que recibió el impacto de un huevo en la cabeza.

Maria Eugenia Moreno (Alcaldesa de Huévar): He renunciado a mi SUELDO que LEGÍTIMAMENTE me corresponde como Alcaldesa de #Huévar y que fue refrendado por el pleno el pasado 13 de julio. /// Pero María Eugenia, ¿por qué no dices que has renunciado al sueldo de alcaldesa porque tienes un sueldo de diputada provincial? Sueldo que, por cierto, es bastante mayor que el de alcaldesa.

George Orwell, autor de novelas distópicas contra los totalitarismos tan emblemáticas como 1984 y Rebelión en la granja, dejó escrito que el peligro no es tanto el disco que se toca, sino la mente gramófono que lo reproduce. lo que más miedo da es que hayamos dejado crecer en nuestros cerebros el huevo de la serpiente, Poco a poco, la cantinela del neofranquismo ha ido acomodándose. La serpiente ha sido largamente incubada desde que uno de los carniceritos de Irak largó aquello de "a mí nadie va a decirme cuánto vino puedo bebe·

Propongo que me coma los huevos por debajo del culo alguien, sea quién sea, pues es una filia que me excita sobremanera, por eso pido vuestro apoyo, para que democráticamente con la fuerza del pueblo pueda hacer cumplir mi fantasía día sí y día también.

García Egea, sobre Yolanda Díaz: “A nadie de los que estamos aquí nos tiran huevos y nos gritan por la calle. A la vicepresidenta, decirle que siento mucho el mal rato que ha pasado, pero llevo tiempo diciéndole que la calle no aguanta más”

Sábado 18 de septiembre. Un hombre de 49 años se dirige a la caja de la gasolinera para pagar unas cervezas. El cajero, un estudiante de 20, se niega a atenderle al no llevar mascarilla. El cliente se marcha y regresa hora y media más tarde con un arma. Dispara al joven en la cabeza matándole en el acto. Ocurrió en Alemania, en el estado de Renania Palatinado. El agresor, “movido por la ira” según resumió la policía, no creía en el coronavirus.