"El pasado 25 de julio, mi compañero Javid Abdelmoneim, responsable médico en Gaza, entró en la sala de urgencias del Hospital Nasser (Jan Yunis) para revisar que no quedase allí ningún paciente. Detrás de una cortina, había una niña sola, muriéndose. No había nadie. Aún respiraba, pero la habían dejado morir porque en Gaza el sistema no da abasto. Y ese es el resultado: una niña de ocho años que muere sola en una camilla de urgencias."