Moncloa se movilizó el domingo para lograr que los empresarios arroparan al Gobierno español, tras las duras críticas del presidente argentino a Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez. Después del acto de Vistalegre, en el que Javier Milei llamó "corrupta" a la 'primera dama', el núcleo duro del presidente hizo una ronda de contactos con altos directivos. El objetivo de la presión era lograr una reacción inmediata de las grandes empresas, ante una crisis diplomática de consecuencias imprevisibles.