Un proceso judicial sigue estos pasos: 1) denuncia; 2) fase de instrucción; 3) fase intermedia; 4) juicio oral. En España hay unas 160.000 denuncias al año, de las cuales el 80% son absoluciones (el testimonio de la denunciante no fue suficiente para acabar en condena) y archivos (la denuncia es tan insuficiente que no pasa del punto 3). Para que se considere una denuncia como falsa es necesario que el fiscal mande investigar a la denunciante, punto 4). Por eso hay tan pocas denuncias falsas, porque la mayoría de estas no llegaron a juicio.