No vienen los rojos, es que no se van los franquistas. No estamos en un régimen comunista, es que la derecha y la ultraderecha, que ya no hay quien las distinga, no aceptan la derrota en las urnas y les cuesta aceptar la democracia misma. Estamos en manos de ETA, aunque ETA no existe. Estamos en manos de los golpistas separatistas pero los políticos y activistas catalanes siguen en la cárcel.