El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha sido taxativo hoy a la hora de descolgarse de las maniobras del entorno de Puigdemont con los servicios secretos rusos para conseguir apoyo para la independencia de Cataluña. "Son unos señoritos que se paseaban por Europa para reunirse con la gente equivocada pensando que eran James Bond. Y me estoy conteniendo. No nos representan", “una frivolidad terrible”. “Solo querían hacerse un selfi en según qué despachos”.

El premio de la pasada semana a la imagen definitoria del tonto contemporáneo probablemente se la lleve ese cargo del PP que colgó una foto suya rodeado de dulces y bollería industrial, bajo el epígrafe: "Que dice Alberto Garzón que va a prohibir nosequé". ‘Nosequé’ no son las chuches y los aperitivos basura, sino la publicidad que de ellos se hace especialmente dirigida a los niños, y tampoco toda, solo la emitida a determinadas horas para proteger a esta población vulnerable.

Herrera ha confirmado el encuentro, aunque ha evitado entrar en detalles sobre la conversación: "Ha sido una comida muy agradable. Don Juan Carlos está estupendamente bien y muy animado [...]". El comunicador se muestra convencido de que el Emérito "está deseando volver a España" cuanto antes, aunque es consciente de que las circunstancias políticas no hacen fácil esta posibilidad. Herrera promete que expondrá en su programa de la Cope -o en las páginas del diario ABC, del que es columnista- su opinión sobre el exilio forzado de Juan Carlos I.

Me presenté a la plaza de Presidente de la Sala contencioso-administrativo de Asturias [...]. Hoy se hizo pública la adjudicación de la plaza a mi compañero. Además el Consejo General del Poder Judicial le otorga 18 votos y a mí, cero votos. Para consolarme me dicen que son las reglas del juego. Otros que así son las cosas en un Consejo General del Poder Judicial que apura sus últimos coletazos. O que tenía que haberme movido para potenciar mi candidatura llamando a los vocales del consejo o moviendo «hilos».