Convertir el día de las movilizaciones de los andaluces en un día de la bandera es querer de nuevo neutralizar las energías renovadoras con una artimaña de fantasías y colores. No hay andalucismo ni bandera que tape la desigualdad, la brecha social y territorial, la destrucción del medio ambiente, el desmantelamiento de la sanidad y educación públicas, una política fiscal a favor de los poderosos. No hay nada o poco que celebrar, las banderas no dan de comer.
|
etiquetas: sin bandera , día de la bandera , andalucía