Enamorarse es fácil.
Uno puede enamorarse,
-sin demasiado esfuerzo-,
varias veces al día,
a nada que se lo proponga
y se mueva un poco por ahí;
y si es verano,
ni te cuento.
Enamorarse no tiene
mayor mérito.
Lo realmente difícil
-no conozco
ningún caso-
es salir entero
de una historia de amor.
Karmelo C. Iribarren