Según fuentes oficiales, afirman haber descubierto la mayor reserva de petróleo del mundo en la Antártida, con una estimación de 511.000 millones de barriles. Este hallazgo coloca a un país en el centro del debate internacional, no solo por su impacto en el mercado energético, sino también por las implicaciones legales y ambientales que plantea. El Territorio Antártico Británico es objeto de múltiples disputas, y este hallazgo podría intensificar las tensiones entre Rusia, Argentina y Chile.