Bueno, para contar un poco la historia.
Tengo un tío de 88 años, exminero, con epoc, grado 3 de solicosis, ha pasado la tuberculosis y con todo ello, ha sobrevivido al coronavirus; hace ya unos meses, volviendo a su Residencia de ancianos a principios de Diciembre.
Le ha quedado un poco de secuela, ya que dice que nota mas cansancio del habitual y que se ahoga más de lo normal. Pero nada más.
1 mes ingresado en el Hospital, donde fue excelentemente tratado por los profesionales que tenemos en la Sanidad Pública de este país.
Pues ya ha recibido la primera de las vacunas Pfizer y está a punto esta semana de convertirse en unas de las primeras personas con la segunda dosis en el cuerpo.
Ayer hablaba con él por teléfono porque no pueden salir de la residencia y me contaba que se encontraba con ganas de que se la pusieran y verse a salvo y ayudar a los demás a no pasar por lo que ha pasado él sobre todo el miedo a no saber que es lo que te va ocurrir en tu cuerpo debido a lo poco que aún conocemos del COVID-19
No ha tenido ninguna reacción a la primera vacuna ni ha notado nada extraño.
No lo cuento como proeza ni como logro, sino que teniendo casos cercanos nos hace ver que en realidad las vacunas son seguras y no entrañan más riesgo que cualquier otra vacuna que tengamos en el mercado.
Lamentablemente tanto para mi abuelo como para otras miles de personas esta vacuna llega tarde. Pero en la recta final no tenemos que relajarnos pensando en que ya está todo hecho, cuando no es así
Aun así seguiré informando de su estado de salud después de recibir la segunda dosis de la vacuna.