El pasado día 25 de diciembre de 2021 se lanzaba a las 13:20h desde la Guayana Francesa el Ariane 5 que transportó al espacio al telescopio espacial James Webb para que, tras separarse del cohete media hora después del lanzamiento, siguiese su trayectoria hasta el punto de Lagrange 2, desde donde se espera que nos revele algunos de los secretos hasta ahora inaccesibles de nuestra galaxia y del universo.
Mientras despegaba el cohete, el primer canal de televisión de RTVE emitía Masterchef Junior, La 2 el concierto de navidad, y el canal 24h iba en esos momentos a su rollo también.
Según el Artículo 3.2, apartado l), de la Ley 17/2006, de 5 de junio, de la radio y la televisión de titularidad estatal, la Corporación RTVE, en el ejercicio de su función de servicio público, deberá promover el conocimiento de las artes, la ciencia, la historia y la cultura.
La televisión pública española no emitió en directo por televisión el lanzamiento del telescopio espacial James Webb, lo cual es lamentable porque un evento así no se da todos los días. Desde 1969, cuando se lanzó el cohete Saturn V que iniciaba la misión Apolo 11 que llevó al primer hombre a la Luna no había tenido lugar un lanzamiento tan importante desde el punto de vista científico e histórico. La misión del James Webb pretende dar otro “gran paso para la humanidad”, y seguramente nos aportará más valor en cuanto a exploración y descubrimientos científicos que la misión Apolo 11, dicho esto sin menospreciar la enorme importancia que tuvo llegada del hombre a la Luna.
No sé si RTVE adapta sus emisiones a la demanda del público, si su objetivo es mantener alienada a la población a base de emitir fast-food televisiva, o si es que quienes dirigen la cadena pública son un hatajo de gañanes que no han leído ni sus propios estatutos. ¿Acaso sintieron miedo de que la señora del visillo les pusiese una queja porque el día de navidad le sacan un cohete en la tele?
En cualquier caso, es triste y reprochable la poca importancia que dio RTVE al acontecimiento al no emitirlo en directo por televisión, pues duró escasa media hora, y que no se aprovechase la ocasión para mostrar a la ciudadanía algo distinto a lo que está acostumbrada, dando visibilidad a cosas que tienen gran valor. Hubiese sido el mejor regalo de navidad que la televisión podía hacernos.
Para que RTVE tenga utilidad de interés general y credibilidad, y no sirva únicamente como mero entretenimiento para aquellos a quienes les da pereza, miedo o aprensión buscar respuestas por sí mismos, debería cumplir con su obligación de fomentar la ciencia, además de otras materias y otros valores a los que parece que no se presta demasiada atención, y más tratándose de asuntos que están exentos de connotaciones ideológicas que pudieran alimentar la polémica o hacer inoportuna su retransmisión sino al contrario.
El telescopio espacial James Webb es un proyecto en el que han participado algunas de las más importantes agencias espaciales y que cuenta con la colaboración de 20 países, por lo que de alguna manera, aunque sea simbólica, nos pertenece a todos. Y debería hacernos sentir orgullo formar parte de la especie humana para lo mejor y en una época en la que la desafección y el individualismo son la decadente tendencia, y en la que cualquier persona tiene todas las facilidades para poner en cuestión públicamente a la ciencia diciendo cualquier burrada que se le ocurra sobre microchips o asegurando que la tierra es plana. Y en este contexto RTVE no quiso mirar arriba y fijarse en el lanzamiento del telescopio espacial James Webb.