A medida que nuestros legisladores corruptos y los abogados activistas pro gay avanzan recortando con un machete la dignidad humana en pro de supuestos derechos, muy cuestionables por cierto, es importante que recordemos los peores aspectos del plan secreto homosexual, esos que nos son omitidos generalmente cuando nos tratan de confundir con discursos edulcorados. Les advierto, sin embargo, que de lo que hablaremos hoy son cosas que los activistas radicales no quieren que usted sepa. Ellos son capaces de amotinarse, pagar sobornos, atacar...

Hoy entrevistamos a un psicólogo para que nos desvele los secretos de la operación a la que tuvo que ser sometido para extraer el reto que se le había atascado a un pionero y sus motivaciones.

¿Por qué gastar un dineral en juguetes sexuales cuando la naturaleza nos ofrece lo que necesitamos? Cuando el tradicional pepino no es suficiente y las mujeres buscan algo más desmesurado, tenemos por ejemplo la yuca

Un grupo de médicos le realizó una inusual cirugía a un paciente que se perforó el recto con una yuca de 18 pulgadas en Costa Rica, según publicó el portal Diario Extra. El paciente de 55 años de edad fue intervenido por los médicos durante más de una hora y se encuentra en condición delicada, ya que el látex que cubría la yuca se reventó. El diario señaló que el tubérculo estaba forrado con dos condones.

Costa Rica. Un grupo de experimentados médicos realizó una delicada e inusual cirugía a un paciente que se perforó el recto con una yuca (mandioca), de 45 centímetros de largo y 8 centímetros de diámetro. Sin tiempo que perder los galenos lo estabilizaron en la sala de shock y lo enviaron a la de cirugía, donde lo intervinieron y tras más de una hora lograron extraer el tubérculo, que estaba forrado con dos condones. El paciente de 55 años, cuya identidad nos reservamos, ingresó al Hospital San Juan de Dios en condición muy delicada.

Motumbo Zamora, luchador de Playa Girón, Jefe de Batallón en la MTT y Ex-activista de la SEPMI, decidió hacerle caso un par de años atrás a Ray Fernández y dejó tanto fusil y tanta consigna, y se puso a luchar “su yuca”, o sea “su alimentación”.