La presidenta ha inaugurado las Navidades con un potente sermón sobre el Niño Jesús como respuesta a la pregunta del mal y defendiendo que "el humanismo cristiano sostiene que todos somos responsables los unos de los otros, y por eso nos protegemos, cuidamos y no dejamos a nadie atrás"."Nuestras raíces católicas, universales, nos recuerdan que los hombres nacemos, ante todo, libres. Esa es la clave de la civilización cristiana: el hombre es libre hasta para decirle a Dios que no". "El amor que nos hace dignos; la verdad que nos hace libres".