Si eres de los que detestan las rosas, los bombones, las cenas a la luz de las velas, las declaraciones cursis de película americana, si nunca dibujaste un corazón en alguna pared o has tenido una experiencia tormentosa sumido en una relación sentimental de la que saliste perjudicado, lee atentamente.

Algunas especies han llevado un paso más allá sus estrategias de depredación, engañando a los suricatos con sonidos de alarma falsos para hacerles huir y atrapar sus presas sin apenas esfuerzo.

Una cuidadora de suricatas del zoológico de Londres ha sido condenada por atacar con un vaso de cristal a una cuidadora de chimpancés. La cuidadora de suricatas agredió a la cuidadora de chimpacés por los celos provocados debido a que el cuidador de llamas había roto la relación con la cuidadora de suricatas para irse con la cuidadora de chimpancés.