Una empresa británica viene realizando desde hace años un extraño concurso. La persona que posee la pieza más sucia y desordenada gana una cama y la limpieza del lugar. El ganador recibe una cama gratis por valor de hasta 400 libras (440 euros). La edición 2020 recibió cerca de 300 imágenes, con habitaciones realmente sucias. Tras una ardua deliberación, la empresa decidió compartir las imágenes de las finalistas, donde puede observarse toda clase de cosas diseminadas en pequeños espacios que deberían ocuparse sólo para dormir.

El cocinero usa las manos para preparar arroces a los clientes y los sirve en papel impreso.

Un bote de quitagrasas, un estropajo y una baldosa. Con estos tres ingredientes el portavoz del PP en Sevilla, Beltrán Pérez, ha intentado denunciar en un vídeo de Twitter la suciedad de la capital andaluza, así como la "incompetencia y la incapacidad" del alcalde, Juan Espadas (PSOE).

El Ayuntamiento de Castelló de la Plana ha compartido un vídeo para concienciar a los humanos perrunos. Un vídeo ciertamente original al que acompaña este mensaje: "Todo gesto, por pequeño que sea, suma para hacer de Castellón una ciudad más amable. Educa a tu perro para que orine en la calzada y evita que lo haga en farolas o semáforos ni tampoco en portales o paredes. Y si hace caca, ya sabes, recógela."

Según el dicho, no todo es oro lo que reluce , ni todo es tan limpio como parece. Y es que los gérmenes, aunque imperceptibles a simple vista, ¡están por todas partes!

Suciedad, viñeta de Ferran Martín para republica.com

Una cabina cerrada, sin ventilación y con gente entrando y saliendo sin parar. Los aviones son, por esta razón, un caldo de cultivo perfecto para las bacterias. Pero, ¿cuáles son los lugares menos higiénicos?

Cómo limpiar nuestra mini laptop de tierra, polvo, suciedad... y dejarla como vino de fábrica, limpia y reluciente.

Si alguna vez te habían pintado en el coche cuando lo tenías sucio, no tiene nada que ver con las obras de arte que hace este artista sobre las ventanas.

Tener la oficina en tu propia casa puede hacer que descuides la limpieza hasta límites insospechados.

Es un hecho que no todo el mundo lleva al día sus responsabilidades sanitarias personales... no hay más que subir al metro en hora punta para constatarlo. Ahora bien, si ser poco amigos de la ducha o el desodorante no pasa de simple molestia para los demás, otras malas costumbres como el no lavarnos las manos después de usar un baño público son, además de una temeridad, un peligro potencial para los que se relacionen con nosotros y estén en peligro de entrar en contacto con nuestras amenazantes manos, llenitas de bacterias.