(...) Quizá estaría bien que determinadas figuras públicas, actores, comunicadores (algunos con una mirada muy crítica, muy punzante, muy ética hacia todo lo humano) se pensasen un poco dónde se meten, qué mensaje lanzan con su presencia y su ju ju ja ja en el contexto de este programa.

¿En qué preciso momento el calor dejó de ser un afrodisíaco, un detonante del instinto básico, para convertirse en una profilaxis del deseo? Hace unos días volví a ver Fuego en el cuerpo (1981), ese clásico protagonizado por Kathleen Turner, William Hurt y las altas temperaturas del verano en Florida (EE UU). El calor es fundamental en la historia, es el estilista de las blusas escotadas y vaporosas de la protagonista, supura por las noches en forma de deseo e impide dormir a la gente, que gasta su tiempo en ocupaciones más cinematográficas.

Viñeta satírica de Manel Fontdevila sobre la solución a las quejas por la atención primaria en la Comunidad de Madrid que está llevando a cabo Isabel Díaz Ayuso.

«Bueno, ya tengo claro lo que hay que hacer con el tema de la guerra. Pero mejor no entréis en mi war room hasta que se haya aireado». Con estas palabras anunciaba hoy solemnemente Toni Sánchez que, tras su lectura en el baño de varios «tuits» y titulares de la prensa, ha dilucidado la estrategia correcta para evitar que la violencia en Ucrania siga escalando y derive en un conflicto mayor. Comenta Sánchez que «he visto un vídeo de Antena 3 o un canal así serio donde analizaban los gestos de Putin...

Los roces y abolladuras en el coche son uno de esos problemas cotidianos que ponen de mal humor al instante cuando suceden. Sin embargo, también hay gente que ve una oportunidad única en cada situación para desatar su creatividad y de paso sacarnos una sonrisa.

Viñeta de Álvaro Terán sobre la situación de las pensiones.