Abro hilo tumbado en el chislong, cherlom, cher longer chaise longue.

Si comparas películas de la actualidad con películas que viste cuando eras niño, ¿te das cuenta de lo inquietante que solían ser? A veces era sólo el maquillaje y los trajes que eran extravagantes, otras veces era la historia aterradora que nos dejó más de una pesadilla. Las películas hoy en día parecen ser mucho más "light" y en la comparación tan solo sabes que es imposible de que aparezcan esas escenas perturbadoras en las caricaturas de estos días. ¡Los padres se volverían locos!

Los males físicos, son solo consecuencias de este primer mal. Ahora bien, ¿Por qué Dios no evita el mal? Porque cualquier intervención en nuestras decisiones significaría corromper nuestra libertad, eliminando nuestro individualismo y humanidad. En esencia, Dios permite el mal, aunque no lo desea, porque quiere una relación con nosotros.

Una de las nobles verdades, que dirían los budistas, que más hondo me ha calado, es aquella tan bien representada en la película mil veces mencionada en este blog, Matar a un ruiseñor, y es que sin importar el mal, el crimen y el horror que veamos a nuestro alrededor, sólo si nos mantenemos firmes en hacer lo correcto, podremos salvarnos a nosotros mismos y a la vez ser el ejemplo que tarde o temprano los demás querrán imitar.

Un resquicio legal ha cambiado el panorama que se dibujaba para esta temporada. Fernando Alonso saldría perjudicado ya que resta posibilidades de éxito a su congelado motor Honda.

Una modelo que trabajó para Playboy TV demandó a Google, Yahoo y Bing de Microsoft porque en esos sitios de Internet aparece un video íntimo con una ex pareja. La joven sostiene que la difusión de esas imágenes vulnera su intimidad y le dificulta conseguir otro tipo de empleo. Pero la Cámara Nacional en lo Civil revocó la medida cautelar que prohibía la difusión y que había sido ordenada hace un año por el juez civil Juan Converset. El nuevo fallo de la Sala B de la Cámara, que se conoció ayer, evaluó que la modelo en cuestión, que se llama Deb

Les ponen cualquier artilugio y ellas se encargan de hacer todo tipo de locuras, aunque de vez en cuando hay alguien que les quiere fastidiar la fiesta... Las cabras andan siempre al límite de lo 'permitido', lo que les hace llevar una vida llena de aventura y riesgo, no como los corderos, con esa tristeza que acarrean. Quizá ahora más que nunca son necesarias más cabras y menos corderos para enfrentarse a la casta.