Hacer una peineta puede que no sea el gesto más educado, pero está protegido por el derecho a la libertad de expresión, al menos en Canadá. Un juez del Quebec ha dictaminado que realizar el gesto es un “derecho otorgado por Dios” y la constitución del país. Ni más ni menos. “Para que quede muy claro, no es un delito hacer una peineta a alguien”, afirma el juez Dennis Galiatsatos en la sentencia fechada el pasado 24 de febrero en la que desestima un caso contra un hombre acusado de acosar a su vecino en un suburbio de Montreal.

El Pozo Alimentación quiere mandar un mensaje especial de despedida al 2020 y ha promovido una potente acción en una céntrica calle de la capital madrileña, que se extenderá también a redes sociales, para decir adiós de la manera que pensamos a un año largo, duro y triste.

¿Crees que merece la pena gastar 4.000 dólares en una estatua para hacerle la peineta a todo el pueblo? Ted Pelkey de Westford (Vermont) sí lo creyó.

Es inmediato, cada vez que este pequeño cachorro ve que su dueño le enseña el dedo índice o le hace lo que popularmente se conoce como una 'peineta' saca a relucir su carácter. Un gesto tan vulgar no tiene de ningún modo la aprobación de este perro que lo pone de manifiesto cada vez que puede tal y como se puede ver en este vídeo. Tal vez con sus 'quejas' consiga erradicar este fea costumbre de su dueño para siempre.

Una tradición española que junto a las uvas de Nochevieja forma parte de estas fiestas navideñas.

Una tradición española que junto a la de las uvas forma parte de estas fiestas navideñas.

Microsoft está trabajando arduamente para ofrecernos un servicio que se adecue a nuestras necesidades laborales y personales, entendiendo lo que en verdad queremos en un sistema operativo. Por eso, ahora exprésate como en verdad quieres, porque en Windows 10 tendremos en emoticón “middle-finger”.

En Shimla (india) un chaval pensó que le podía hacer una peineta a un mono y marcharse tranquilamente, pero el mono no opinó lo mismo...

El terrorista de la bomba de la maratón de Boston, Dzhokhar Tsarnaev, usó la cámara de su celda como espejo e hizo la peineta a las autoridades. Vīdeo incluido.