Maldita jaqueca. Cuando entran los dolores de cabeza, cadera, o cualquier parte del cuerpo que se considere, la mayoría de todos nosotros tiramos de ibuprofeno o de paracetamol. ¡Error! Si de verdad quieres quitarte los malditos dolores que prácticamente no te dejan dormir o moverte... lo mejor es que te tomes una cervecita. O dos.