No todos los días se ven pulpos, estrellas de mar o langostinos literalmente lloviendo desde el cielo. En este caso ‘las tapas’ no salían de la cocina. La semana pasada la localidad costera fue azotada por una fuerte tormenta, que, además de derribar árboles y grandes carteles publicitarios, hizo caer del cielo a decenas de habitantes de las profundidades.