(...) El ex presidente de Teherán, Bani Sadr, ha salido al paso declarando que "el pelo de la mujer emite unos rayos que impulsan el apetito y deseo sexual de los hombres, por lo que es necesario portarlo, ya que de otro modo, le incitarían a pecar", según dicta el Corán, desde tiempos de Mahoma. Además, por si fuera poco, afirma que está empíricamente demostrado.