«Se han pasado. Se han pasado tres pueblos». Con estas palabras se lamentaba hoy Carlos Garrilla, de 52 años, de la broma pesada que le han gastado sus compañeros del grupo de pádel, que decidieron integrarlo en Sumar. Garrilla es votante del Partido Popular «de toda la vida» y la jugarreta de sus colegas le está obligando a pasar «por un infierno», según relata con evidente agobio. «Me han metido en el chat de progres que tienen, ni os imagináis la cantidad de mierda que tengo que leer.»

Era la crónica de una ruptura anunciada. Podemos oficializó la tarde de ayer su salida de Sumar para integrarse en el grupo Vetusta Morla. Después de meses de desavenencias públicas tras un pacto, también muy complejo, para concurrir juntos a las generales del 23-J, el partido de Ione Belarra da el paso definitivo y aprovecha el fin de gira de «Cable a tierra» para empezar «una nueva etapa con los compañeros de Tres Cantos». «Puedo volver, puedo callar. Puedo forzar la realidad. Puedo doler, puedo arrasar. Puedo sentir que no doy más», comunic

Preguntando «¿A quién quieres silenciar?», la aplicación de mensajería Whatsapp permitirá a los usuarios de los grupos de chat eliminar discretamente a los otros integrantes de todas aquellas conversaciones que el usuario quiera abandonar, según ha informado la compañía matriz, Meta, esta misma semana.

Ernesto Sabato, con su locuacidad habitual explica, lo que a su modo de ver en la actualidad, es la crisis existencial en la que está el hombre al cosificarse y alienarse de si mismo.

Los socialistas dan marcha atrás a medianoche y rebajan el acuerdo con el que se aseguraron la abstención de los ‘abertzales’ para el estado de alarma. El texto final habla de “hasta 10 euros de descuento en tu primer pedido de supermercados en Glovo” y no de una derogación completa de la reforma laboral.

Según han informado fuentes cercanas a dos señores muy amables vestidos de negro que han irrumpido en la redacción y están apuntándonos con un kalashnikov, Alá podría ser “grande” o incluso “muy grande”. Tal y como ha podido saber El Mundo Today, Alá es el puto amo, por lo que más vale que nos callemos la puta boca. Alá es tan bueno que se te caen los cojones al suelo de lo bueno que es.