En el marco del primer desplazamiento internacional tras ser investido presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha mantenido esta semana en Jerusalén una reunión con el presidente de Israel, Isaac Herzog, y con el primer ministro, Benjamin Netanyahu. La estrategia del español ha consistido en «desviar el foco de atención» precisamente hacia la capital de España, donde Sánchez insiste en que «hay un hospital que alberga radicalismo neoliberal potencialmente devastador».