El rey emérito Juan Carlos I escogió anoche Cambados para cenar. Quería salir de Sanxenxo, donde se aloja y regateó por la mañana, y alguien le aconsejó visitar el restaurante Ribadomar. Acudió con su hija la infanta Elena, su amigo Pedro Campos y tres personas más con las que compartió mesa en el comedor junto a otros clientes. Los atendió personalmente Manolo Ribadomar, el propietario y chef, que les recomendó la especialidad de la casa: el salpicón de lumbrigante. «No querían nada de la carta, me preguntaron a mí», relata.