Bienvenido a otro episodio de mí hablando de cosas que realmente no entiendo; hoy hablamos de moda francesa. ¿Qué crees? ¿La moda está sobrevalorada o es más profunda que eso y dice mucho más sobre nuestra sociedad y culturas a través de su enfoque artístico? ¿Es convertir una vieja lata de comida para gatos en joyería de alta costura el acto de un genio o un locura?

Dos libros recientes de historiadores italianos analizan el agotamiento de un fenómeno que define la historia occidental. Era un esquema perfecto del mundo. La modernidad se habría iniciado gracias a dos grandes revoluciones. Una era económica y británica, la Revolución industrial. Otra, política y francesa: la Grande Révolution de 1789. Desde entonces el mundo parecía recorrer un camino imparable de avances y luchas sociales marcado por esas piedras miliares de la historia que eran las revoluciones.

Dustin Hoffman en la televisión francesa. (Intenta verlo sin reírte)

Las aplicaciones para realizar deporte cada vez son más populares, y Strava es la reina en el mundo del ciclismo. Una app para el teléfono móvil que te permite registrar tu actividad en casi cualquier deporte y que puede reflejar, además de los datos puramente físicos, el recorrido que has realizado mostrado un mapa. Eso ha llevado a muchos ciclistas a planificar trayectos que permitan dibujar figuras curiosas para compartirlas con sus seguidores, lo que se conoce como Strava Art.

Quería compartir con vosotros una emisora que descubrí hace unos meses y la verdad es que se está convirtiendo en lo que más escucho, la pongo en el coche y en el trabajo. Entiendo que los gustos musicales de cada uno son muy particulares pero se agradece una emisora de música variada en la que no ponen anuncios y cuya calidad es de 2000kbps. Una mezcla entre kiss fm, los 40, europafm... se parece a hit fm pero sin su morralla. Espero que os guste.

Las aguas cercanas a la isla han albergado la primera etapa de la Mini Transat Eurochef, una regata en la que participan cerca de 80 embarcaciones que han pasado casi un mes en la isla disputando la prueba. Esta es una muestra de la normalidad que se vive en la mayoría de la isla más allá del volcán.

A continuación, por ejemplo, hay una largo tocho sobre cómo la comida francesa es la apoteosis de la cocina blanca, ergo es supremacista blanca, racista y colonialista. Puedes leerlo, pero las risas disminuyen rápidamente cuando te das cuenta de que la autora Mathilde Cohen es absolutamente seria en sus argumentos. Su argumento, que afirmo que funciona para cualquier cocina de países blancos (o de hecho, cualquier cocina en cualquier lugar), es conectar la comida, que es algo de lo que invariablemente se enorgullece una nación, con algún rasgo…

Seis aficionados franceses confundieron Budapest con Bucarest y viajaron a la capital rumana en vez de a la húngara, adonde habrían querido llegar para ver el Francia-Hungría del Grupo F que se disputó el sábado en Budapest, informa este miércoles el periódico rumano Jurnalul National. Los seis se dieron cuenta de su error el mismo sábado después de aterrizar y tomar un autobús hacia el centro, mientras bebían cerveza con aficionados ucranianos desplazados hasta Bucarest para el Ucrania-Austria del lunes

Isabel Díaz Ayuso ya ha iniciado su campaña electoral y ha prometido a los turistas franceses que si votan por ella, les invitará a una ronda de chupitos y PCR gratis. De esta manera, podrán regresar otra vez al Magaluf de la Meseta, como es conocida la capital madrileña en el país galo.

Martínez-Almeida (Albert Mèlich) aseguró que los franceses venían a Madrid de visita cultural.

Dos jóvenes franceses exhaustos tras un día completo de museos. "Sabes cuándo empiezas pero no cuándo terminas" - explicaba uno de ellos

Cuando se habla de hoteles en Bora Bora una de las primeras imágenes que viene a la cabeza son los típicos bungalows sobre el agua. Ya es sabido que este tipo de alojamiento no es para todos los presupuestos pero quienes tengan la posibilidad de dormir en uno no la deben dejar pasar ya que se trata de una experiencia única.

Hay una razón por la que el Casio F-91W sigue fabricándose 30 años después de su lanzamiento: es simple, es fiable y es resistente al agua. Pero no solo al agua. Un usuario de Forocoches ha decidido poner a prueba la resistencia del mítico reloj de Casio cocinando una tortilla francesa con el reloj como ingrediente.

Cuando el Tour de Francia llegó a su punto culminante, dos franceses lucharon por ganar la carrera más importante en ciclismo. Pero no iba a ser. El desafío de Thibaut Pinot terminó el viernes debido a una lesión, y luego cayó Alaphilippe . La última vez que ganaron el Tour fué 1985, antes de que nacieran la mayoría de los corredores de hoy. Fue cuando el servicio Minitel era el último grito en telecomunicaciones.

El lado oscuro de los antidisturbios...

¿Humor francés? Imposible. Ni siquiera existe, dicen. El humor comienza por saber reírse de uno mismo y el chauvinismo lo imposibilita, dicen. España siempre mirando al vecino del norte con suspicacia, una mirada en la que los franceses serían gente con dos manías: el orgullo nacional y montar barricadas. Gente muy seria, muy chauvinista y de guillotina fácil, de la que hay que copiar su defensa de lo suyo, como la bandera, pero no tanto el ardor republicano ni la tendencia inflamatoria a la protesta: eso demuestra que son de poco aguante...

Julie D’Aubigny fue una cantante bisexual de opera francesa del siglo XVII y maestra de esgrima que mató o hirió a al menos 10 hombres en duelos a muerte, actuó en la más grande y respetada casa de opera del mundo, y en una ocasión, tomó los votos sagrados solo para entrar en un convento y seducir a una monja. Si lo que acabas de leer no te impresiona ni un poco, continúa meneando otras notas.

Una asociación de taberneros ha pedido al Ministerio de Cultura francés un favor: que, a su vez, le pida a la Unesco la declaración de Patrimonio de la Humanidad para los bistrós de París. Los bistrós, para entendernos, son esos bares y cafés de aire entre antiguo y bohemio —encantadores, todo hay que decirlo, en algunos dan ganas de quedarse a vivir— que sirven platos más o menos tradicionales de la cocina francesa y bebidas más o menos alcohólicas sobre mostradores de zinc y mesas de madera o mármol en un ambiente de desenfado y buen vivir.