En los últimos tiempos la publicidad ha evolucionado poco a poco hasta convertirse en una publicidad mayoritariamente emotiva. Los anuncios que son capaces de remover algo en nuestro interior, del tipo que sea, son los que más éxito están cosechando actualmente. Por lo tanto, si de algo podemos estar seguros, es de que la publicidad es capaz de provocar en nosotros emociones y sensaciones.