Rodeada de exuberante vegetación y salpicada de estanques y charcos de agua, la aldea china de Ding Wuling debería estar repleta de mosquitos, especialmente durante el verano. Sin embargo, los pequeños chupasangres supuestamente no se han visto aquí en casi un siglo. La mayoría de la gente en Ding Wuling cree que tiene algo que ver con la piedra en forma de sapo que algunos adoran fuera de la aldea. Ellos creen que es esta representación del "Dios Sapo" que mantiene a raya a los mosquitos. De momento no hay explicación científica.
