Review de el inigualable Video Buck, de la pandilla alucinante, seguimos con los 80s.

Las bandas callejeras de Nueva York, Los Ángeles, Chicago y otros centros urbanos tienen varias formas de identificarse: bandanas, sudaderas con capucha, chaquetas, etc. En el prólogo del libro Compliments of Chicagohoodz: Chicago Street Gang Art & Culture, Anthony Haden-Guest revela una forma particular de literatura callejera de la Ciudad del Viento: las tarjetas de cortesía. "Comenzaron como un préstamo paródico de las tarjetas de visita que se reparten habitualmente en cualquier reunión de la cultura empresarial de Chicago".

Cinco looks con falda para triunfar este invierno (y que te harán olvidar los vaqueros.

La Pandilla - Los alegres pordioseros • Amigos, no tengáis pena ♫ Que somos los alegres pordioseros ♪ Y estamos muy a gusto ♭ Sin casa y sin dinero ♬ Somos ricos en felicidad y amor. ♩ Vivimos donde nos gusta ♫ Debajo de los puentes y en el Metro, ♪ Tenemos 20 gatos y 35 perros ♭ Que cantan con nosotros sin parar ♬ Usamos pies en vez de botas ♩ Y no comemos por no engordar ♫ Y tenemos las estrellas ♪ Para pasear con ellas ♭ Y montamos en botellas ♬ Para hacer cruceros con el mar. ♫ Amigos, no tengáis pena ♪ Que somos los alegres pordioseros ♭

A comienzos de los cincuenta, ciudades como Los Ángeles o Nueva York estaban en manos de las pandillas juveniles. Latinos, puertorriqueños, afroamericanos o italianos se disputaban a muerte cada esquina. Te enseñamos fotografías poco conocidas de aquellos días.

Las nuevas generaciones no le pegan a la mandanga ni a la lejía, sino a los Hot Cheetos. Sin mesura, eso sí, como si no hubiera un mañana. El rapero californiano Lil Chan ha sido ingresado en el hospital de Nueva York por sobredosis de Cheetos Flamin’ Hot: “Sólo quiero que todos sepan que estuve en el hospital no debido a ninguna droga, sino porque comí demasiados Hot Cheetos. Tengan cuidado, son una droga del demonio”, explicó en un vídeo en Instagram.

Las productoras Fox Searchlight y DeVon Franklin han anunciado que llevarán a las pantallas la historia de Richard Montanez, un humilde hijo de inmigrantes que se convirtió en un poderoso hombre de negocios tras crear los Flamin’ Hot Cheetos, un sabor de los famosos Cheetos. La película se llamará“Flamin’ Hot”.

La pandilla basura manda en España. Un día se nutren de Marta del Castillo o de Diana Quer, como hace unos años hacían lo propio con las niñas de Alcàsser o cualquier caso susceptible de ser abordado con la voracidad de un caníbal que lleva un mes sin llevarse nada a las fauces. No hay líneas rojas, ni campos minados: todo vale, todo el tiempo.

Los recientes datos aportados por ArcView Market Research y NewFrontier Data, dos empresas dedicadas al ámbito de los estudios de mercado cannábicos, respaldan esta visión. Según las compañías, el año pasado los estadounidenses gastaron alrededor de 5.400 millones de dólares (alrededor de 4.700 millones de euros) en marihuana legal para objetivos medicinales y recreativos. Lo más sorprendente y divertido es que, según esas cifras, el dinero invertido en marihuana por los habitantes de EEUU supera al gastado para comprar Cheetos o Doritos.

Tras enfrentar una larga batalla legal con un niño de ocho años que denunció el supuesto borrado de un “tatuaje” de regalo, Cheetos incluirá un tatuador profesional en cada una de sus bolsas a partir de ahora, prescindiendo de las tradicionales calcomanías.

Ambientada en la ciudad de Nueva York, según el guión se crearon 84 bandas para el film, algunas de ellas basadas en bandas callejeras reales. Si alguna vez te has preguntado cuáles son todas las bandas de la película "The Warriors", tu duda va a quedar resuelta.

Todo empezó cuando en 2014 Jake Houvenagle, miembro de Bruton Stroube, le propuso al fotógrafo y socio en el estudio Brandon Voges hacer fotos de la Pandilla 30 años después, pero con gente real mostrando sus particulares historias durante estas décadas.«Reinterpretar iconos de mi infancia me pareció una idea tan alucinante que hicimos lo imposible por llevarla a cabo. ¡Era un sueño!», cuenta Brandon.

Un bloguero es metido en un correo de un grupo para planear un fin de semana y los va sacando de quicio poco a poco.