Nada más conocerse la imputación de Caixabank, acusada por parte de la Audiencia Nacional de blanquear beneficios de mafias chinas, el presidente de la entidad, Wang Ming, ha querido salir al paso y negar cualquier contacto con ese país. “我和這家銀行的任何工人都不接觸中國是完全錯誤的”, ha declarado con rotundidad ante la prensa. Respaldado por toda su junta directiva, en la que se encontraban Bao Cheng, Akame Zhang o Yan yan Liu, entre otros, el responsable de Caixabank se ha defendido de todas las acusaciones que vinculan a su banco con el país asiático.