Imagina un mundo en el que el alegre y colorido Super Mario 64 (1996), se cruza con el oscuro y lúgubre universo de Doom (1993). Aunque pueda sonar como una idea un tanto absurda, hoy en día estamos acostumbrados a ver todo tipo de combinaciones, por ridículas que parezcan. Cuando id Software desarrolló Doom, para MS-DOS, se preocuparon de hacer un código de juego lo más adaptable posible para facilitar su portabilidad a diferentes sistemas, por si fuera necesario ejecutarlo posteriormente en otras plataformas, y así fue.