Lo de MasterChef de este año es de traca y parece que los fogones ya no son el principal argumento. Soy consciente de que siempre hubo guion (yo es lo que pienso), pero es que en esta edición se han centrado tanto en dar espectáculo, que se han olvidado de la cocina y es de largo la edición con menos nivel de cocinado de toda la historia del programa. Ya en la selección de candidatos se veía venir. Una subida a uno de esos columpios sexuales en plena cata, otro con las orbitas de los ojos más salidas que el cerrojo de un penal y Saray que...
