Muchos califican de desastre los resultados de Ciutadans en las elecciones autonómicas de Catalunya, pero no Fernando Aldecoa, gerente general de PortAventura World, que ha visto la oportunidad de reconvertir el partido naranja en la atracción más brutal de caída libre que nunca haya visto la humanidad.

Hoy había colas en el complejo de ocio de Port Aventura por el furor que ha causado, por una parte la apertura de puertas de Ferrari Land, y por otro por los fanáticos de las montañas rusas de probar uno de los aceleradores más rápidos y altos de Europa: el RedForce. Pero ayer, uno de los primeros viajes tuvo un accidentado mortal: una paloma.

Llega a tu quiosco PRO-ISRAELÍ POR UN DÍA. La revista de los que van incondicionalmente con Netanyahu mayormente por joder.

Parece que los alemanes de Der Spiegel andan con la mosca detrás de la oreja

Este 10 de mayo de 2024 celebramos una efeméride de lo más especial para el mundo del videojuego en general y para los amantes de la aventura gráfica en particular: se cumplen nada más y nada menos que 40 años de la publicación de King´s Quest, quizá la primera aventura gráfica como tal de la historia. Cierto es que su creadora, Roberta Williams, ya había realizado otras aventuras que mostraban gráficos en pantalla, como veremos a lo largo de este texto, pero King’s Quest fue la primera aventura cuyos gráficos estaban animados.

El juego alcanzó una popularidad total a finales de la década de los ochenta, cuando se corrió la voz de la existencia de este producto, que muchos de los jóvenes con las hormonas en plena ebullición corrieron a conseguir para dar rienda suelta frente a la pantalla todo lo que habían imaginado en la intimidad. Pese a que fue decepcionante a la hora de la verdad, no dejó de ser una joya muy de su época y que, a día de hoy, se mira con ojos muy diferentes, llegando incluso al rechazo. Pero Leisure Suit Larry no es una idea original de su creador

A lo largo de la costa de Escocia hay un pequeño puerto creado con un único propósito: desmantelar y reciclar grandes barcos. Remolcan los barcos con un remolcador, cierran la compuerta del canal y luego bombean el agua, dejando el barco alto y seco. Luego, los vehículos ingresan al piso seco del puerto y comienzan el proceso de desmantelar y transportar el acero, para cargarlo a bordo de otro barco, que se lleva el acero para fundirlo y reutilizarlo, para automóviles o quizás barcos nuevos.

Los jugadores que vivieron la década de los 90 fueron testigos de la conocida como la Edad de Oro de las aventuras gráficas. Una época representada sobre todo por las desarrolladoras LucasArts (anteriormente Lucasfilm) y en menor medida por Sierra Online. A pesar de contar con populares videojuegos como Monkey Island o Day of the Tentacle, este género ha ido perdiendo peso a lo largo de los años.

Encabezamos la colección con un detalle de la presencia menos reconocible, que es la mímima repoducción de Red Grooms (11/1/1993) de la primera portada con presencia de Trump, la de Robert Risko (28/12/92) en que forma un danzante conjunto con el entonces alcalde de Nueva York David Dinkins, la escritora Susan Sontag y el director de cine Spike Lee.

Si alguna vez te has visto en la situación de tener que usar un pollo de goma con una polea en medio para salir de un entuerto o eres consciente de las altas dosis de malignidad que puede llegar a alcanzar un tentáculo morado parlante, entonces eres de esa clase de jugadores que entiende, ama y acepta la aventura gráfica a pesar de todo. E insisto en lo de a pesar de todo porque, siendo sinceros, las mecánicas del género no son precisamente las más lógicas, ni las más intuitivas, ni las más amigables con el usuario.

Cabecera de la serie documental La aventura de las plantas, emitida allá por el 82. Música "Flower's love" de Joël Fajerman

"La jugada de Antonio, cambio de sexo exprés para pedir el indulto tras maltratar a dos novias". Así se titula el artículo que este diario ha llevado nada menos que a su primera página. Muchos incautos lectores pensarán al leerlo que la ley Trans podrá permitirle de algún modo librarse de su condena, pero lo cierto es que esta normativa lo prohíbe de forma expresa.