Varios estudios analizan el impacto. De acuerdo con María Dolores Cáceres, OT1 propuso un "modelo moralista donde los buenos siempre ganan". Todos ganaron el concurso. Rosa, con su participación eurovisiva; Bisbal y Bustamante, como finalistas; y el resto, con un futuro prometedor que han aprovechado de forma más o menos exitosa. Gustavo Bueno criticó con dureza el programa de Televisión Española. El concurso resultaba "emocionalmente obsceno" al proponer una trampa: "la idea del del pelotazo, triunfar en tres meses a base de baladas cursis".