Cuando hablamos del Infierno Verde solemos pensar en los coches más rápidos del mercado luchando por un récord, en competiciones de GT3 o en las tandas Touristenfahrten en las que cualquiera puede entrar a rodar con su coche. En lo que no pensamos es en la cantidad de vehículos de todo tipo que entran a circular por Nürburgring Nordschleife.