La organización ha exigido en un duro comunicado enviado a la plataforma la retirada del programa por su contenido "sexualizado". "Consideramos que este programa hiere y provoca daño en la imagen de la mujer, así como de los hombres que también aparecen desnudos, descontextualizando realmente lo que es el amor o la sexualidad como una entrega y no un juego o un capricho del momento"

La canción Intifada de Ska-P tiene más de 20 años, pero no ha perdido ni un ápice de vigencia en la denuncia del genocidio de Israel en Palestina. Es por ello que no pocos tuiteros han pedido que sea la canción elegida para representar a España en Eurovisión. Aunque siendo realistas, no es más que una fantasía. Hace unas semanas, el PP utilizó en la campaña de las elecciones vascas una canción de Ska-P. Pero no era para pedirla para Eurovisión, sino en una campaña antiokupas. Esto obligó al grupo a pedir amablemente que la retiraran.

Los empresarios también se preguntan "si merece la pena continuar"

Armand Duplantis, el prodigioso atleta sueco de 24 años, redefinió los límites del salto con pértiga al establecer un nuevo récord mundial con 6.24 metros al inicio del circuito de la Liga Diamante en Xiamen, China. Con este último éxito, el sueco mejoró su propia marca global por octava vez, superando por un centímetro el récord previo que había establecido él mismo. Hay que recordar que el ucraniano Serguéi Bubka, el mejor pertigista de la historia hasta la Duplantis, comenzó su dominio mundial con 5.85 m en 1984, y llegó a 6.14 m en 1994.

En un intento por enseñar responsabilidad financiera desde una edad temprana, una madre ‘tiktoker’, Samantha Bird, ha generado controversia al revelar que cobra alquiler a sus hijos de 6, 8 y 9 años. La estrategia, compartida en TikTok, busca inculcar el valor del ahorro y la gestión financiera a sus hijos. Bird asigna semanalmente a cada niño 6 dólares, de los cuales deben destinar partes iguales para cubrir renta, alimentación y servicios.

Llevo años escuchando aquello de: "el fútbol es el deporte del pueblo", pero parece que ese "pueblo" al que se refieren tiene los bolsillos tan llenos como la dureza de su cara. Porque vamos a ser honestos, el fútbol ya no es para todos, es solo para aquellos que pueden permitirse pagar el precio de entrada. Y no, no me refiero solo a los estadios, sino también a los absurdos costos de las plataformas, que nos exigen una fortuna mensual para seguir a nuestro equipo favorito.

El futuro se presenta desesperante, y parece que vamos a oscuras y sin rumbo hacia el desastre social al que nos estamos sometiendo voluntariamente con la obsesión permanente a las redes sociales, concretamente, Instagram y TikTok, las grandes plataformas que se han coronado como los reyes indiscutibles del circo virtual.

Tira de Viñetas de Manel Fontdevila: ¿Qué sabemos sobre justicia española?