Pasa hasta en las mejores familias. Ya se sabe: errar es humano, así que no es nada extraño que en las redacciones de los medios de comunicación una información falsa se termine dando por buena sin haberla contrastado. A cualquiera le pueden colar un bulo. Sin embargo, también existe otra máxima no escrita del periodismo que dicta que la realidad no debe estropearle a nadie un buen titular, así que cuanto más jugoso sea un tema, mejor. ¿Era un bulo? ¡Cáspita! Errar es humano, ¿no?

Toda película debe tener uno como trama central o como guinda de la narración, pero en su afán por conmovernos algunos terminan siendo de traca. Llega el momento en el que nos hacen arquear una ceja y preguntarnos con escepticismo: ¿cómo? ¿En serio? En no pocos casos para que la historia funcione el espectador debe alcanzar una suspensión de la incredulidad próxima al estado vegetativo. Estas son las más desconcertantes a nuestro juicio, les invitamos a que voten o añadan sus favoritos.