Retrospectiva de la famosa serie de televisión Ben 10, conocida por ser una de las más populares de su tiempo.

Después de muchos años siendo los niños los que cosen las zapatillas de los adultos, Nike ha decidido cambiar las tornas y ha creado un modelo infantil fabricado por íntegramente adultos. La marca, además, ha optado por dar un vuelco a toda su filosofía y pagar un sueldo digno a dichos adultos.

Los juegos que llegaron a jugar nuestros abuelos no eran para cualquiera. Existían muchos peligros y la mayoría de todos salían lastimados. En los patios de las escuelas había máquinas de juegos que no eran seguras en ninguna parte. Montarse en alguno de esos juegos significaba sufrimiento. Todos los niños sufrían lesiones, conmociones y varias contusiones.

Los niños menores de dieciséis años deberían mantenerse completamente alejados de los dispositivos móviles salvo que sean niños de China, Taiwán o Corea del Sur y los estén ensamblando en una fábrica. Lo establece un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) difundido esta semana, donde se insiste en que el tiempo que pasan frente a las pantallas los menores que no las están fabricando es excesivo y perjudicial para su salud.

¿Quién no ha escuchado alguna vez aquello de «Para mí que echan piojos en los colegios«? Si usted es una de esas personas, está en lo cierto, sobre todo ahora con la vuelta al cole. A lo largo del país hay unas cuatrocientas personas que son enviadas a centros educativos con esta desconocida ocupación.

Considerando el revival que ha tenido Digimon Adventure en los últimos tiempos, y especialmente en 2020 con la película Last Evolution Kizuna y el remake conocido como Digimon Adventure:, deberíamos realizar una retrospectiva de la serie original.

Un a película que todos los chicos de los 90's recordamos, pero ¿Es tan buena o estamos cegados por la nostalgia?

Los que llevamos más de 3 décadas a nuestras espaldas recordamos nuestra infancia con cierta nostalgia. Se que suena a la típica frase de «abuelo cebolleta» pero antes nuestra diversión era mucho más sana, cuando no dependía de una conexión a internet sino de cuántos vecinos del barrio estaban en ese momento en la calle. Jugábamos en la calle con los amigos, nos fabricábamos nuestros propios juguetes y si nos hacíamos un arañazo nos ponían mercromina -ahora retirada- y a dormir.

En los años ochenta la bollería industrial vivía algo así como en la Disneylandia de las políticas alimentarias: una fantasía sin exigencias de ningún tipo respecto a la declaración exacta de ingredientes. Ríete tú, pero eso llegó con un reglamento europeo ya entrados en 2016. Tampoco había cortapisas en la declaración de efectos beneficiosos para la salud: "Bollycao es la merienda que alimenta", cantaban unos niños en un anuncio que haría saltar por los aires el proyecto de perfiles nutricionales y la publicidad infantil del ministro Garzón