Kevin, un joven estadounidense de 27 años, tiene un curioso hobby: utilizar yeso compulsivamente en cualquier parte de su cuerpo aunque no tenga ninguna lesión o rotura. En las últimas dos décadas, ‘Mr. Escayola‘ ha gastado alrededor de 50.000 dólares (40.000 euros) en dar rienda suelta a su insólita obsesión. Al muñeco de Michelin le ha salido un duro competidor.