No es la primera vez que Aitana, de 24 años, contradice a David Hume en público. De hecho, sus críticas al emotivismo ético han sido una constante desde que abandonó la academia de Operación Triunfo. El año pasado ya hubo importantes quejas cuando, en medio de una entrevista para Los 40 Principales, la cantante sostuvo que la ética no se basa tanto en las pasiones o en el sentimiento como en un principio moral abstracto.

«Me ha convencido: el suspenso es una estrategia opresiva de dominación». Con estas palabras confirmaba ayer Alberto García Redondo, profesor de filosofía en un instituto de Alcobendas, su decisión de aprobar el examen de un alumno pese a que ninguna de las respuestas reflejaba lo que se había estudiado en clase. «No tiene ni idea de empirismo británico, pero ha demostrado estar al día en estructuralismo, corriente que no impartiremos hasta el curso que viene. En este sentido, va por delante del resto», razona el docente.

Hoy nos sumergiremos en una historia que ha dejado huella en la industria, pero que ha permanecido en la sombra durante demasiado tiempo.

El filósofo alemán gustaba de escribir notas y pequeños tratados destinados a su propio bienestar. ‘El arte de ser feliz’ es el más singular de todos ellos: una recopilación inconexa de cincuenta apuntes sobre cómo procurarse una vida lo más serena y apacible posible. Escogemos diez de ellos.

El "Juego de Fútbol de los Filósofos" es un sketch de Monty Python sobre un partido de futbol que se disputa en el Estadio Olímpico de Munich, pero con la particularidad de que los equipos contendientes están formados por filósofos que representan a Grecia y Alemania, esto en el marco de una Copa del Mundo imaginaria. El elenco de Monty Python aparece en las alineaciones titulares con John Cleese como Arquímedes, Eric Idle como Sócrates, Graham Chapman como Hegel, Michael Palin como Nietzsche, Terry Jones como Marx y Terry Gilliam como Kant.

«¡Inocentes! Obviamente, el sujeto trascendental no es una noción analítica correspondiente a la de objeto fenoménico». Con estas palabras confirmaban esta mañana los filósofos españoles en las redes sociales que las afirmaciones vertidas ayer sobre el sujeto trascendental kantiano eran falsas. «También tenemos sentido del humor y somos pícaros cuando conviene», ha señalado Elisabet Ballester Mas, a la que sus colegas llaman «idealista guasona».

¿Por qué la evolución no ha exterminado a los borrachos? ¿Cómo es posible que los tan complejos como sutiles y adaptativos centros de placer de nuestro cuerpo siguen demandando una sustancia que nos intoxica gravemente y altera de forma dramática nuestra razón, invitándonos a realizar actos muy peligrosos y potencialmente mortales? El filósofo Edward Slingerland publica 'Borrachos' (Deusto), una desopilante historia de la relación entre nuestra especie y el alcohol a lo largo de los siglos con sorprendentes y etílicas conclusiones.

Defendiendo que «hay mucho que aprender de lo que hacen por allí [Occidente]», Thich Tzu, un monje tibetano de 25 años que, según sus compañeros del templo, «va de alternativo», ha empezado a interesarse por la filosofía occidental. «Aquí la mayoría no sale del abecé del confucionismo pero en Occidente también hay cosas muy interesantes, aunque suenen un poco raras al principio», explica Tzu, que también es aficionado al café de Starbucks «porque no todo va a ser el té tibetano de siempre».

Duro mazazo para la infancia en España. Esta semana, el Ministerio de Consumo ha anunciado que prohibirá la publicidad de chocolatinas, dulces y helados dirigida a menores con el objetivo de reducir notablemente su ingesta. Pero, además, se ha sabido que la asignatura de Filosofía desaparecerá de la oferta de optativas de la ESO con la aplicación de la Lomloe (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). Esta segunda amenaza ha puesto a los niños en pie de guerra. «Podemos prescindir del chocolate, pero no vemos cómo apañárnoslas...